La postura del cocodrilo en yoga es una de las más interesantes y desafiantes. Se ha ganado su nombre debido a su similitud con la forma en que un cocodrilo descansa en la orilla del agua. Esta pose es conocida como "Makarasana" en sánscrito.

En esta postura, te acuestas boca abajo, extendiendo tus brazos hacia adelante y colocando tus manos debajo de tu cabeza. Luego, debes relajar tu cuerpo y mantenerlo inmóvil, como un cocodrilo descansando en la tierra. La mirada debe estar hacia abajo y el cuello debe estar alineado con la columna vertebral.

La postura del cocodrilo en yoga es especialmente beneficiosa para aliviar el estrés y calmar la mente. Ayuda a liberar la tensión acumulada en la espalda, los hombros y el cuello. También fortalece los músculos de la espalda y ayuda a mejorar la postura. Además, esta postura es útil para mejorar la concentración y la capacidad de relajación profunda.

Es importante tener en cuenta que antes de intentar esta postura, debes asegurarte de que tu cuerpo esté lo suficientemente caliente y flexible. Puedes calentar tus músculos haciendo algunos estiramientos suaves o realizando movimientos de yoga suaves como el "Saludo al sol". También es importante escuchar a tu cuerpo y no forzar ninguna posición. Si experimentas dolor o incomodidad, debes detenerte inmediatamente.

En resumen, la postura del cocodrilo en yoga es una pose desafiante que puede proporcionar beneficios tanto físicos como mentales. Practicar esta pose regularmente puede ayudarte a encontrar paz y tranquilidad en tu mente y cuerpo. ¡Así que adelante, prueba tu fuerza y equilibrio con la postura del cocodrilo en yoga!