¿Qué es la Ecstatic dance?

La Ecstatic Dance es una experiencia de baile y movimiento libre, donde se crea un espacio seguro y sagrado para explorar la expresión corporal y la conexión con uno mismo y con los demás. En la Ecstatic Dance, la música se convierte en la guía principal, con diferentes estilos y ritmos que invitan a cada participante a encontrar su propia forma de moverse.

Esta práctica es una forma de liberarse de los juicios y expectativas externas, permitiendo que el cuerpo se exprese sin restricciones y de manera auténtica. Al practicar Ecstatic Dance, se fomenta la conexión con las emociones, sensaciones físicas y la propia esencia, favoreciendo así el bienestar y el autoconocimiento.

En la Ecstatic Dance, no hay reglas ni coreografías establecidas. Cada persona es libre de explorar movimientos espontáneos, experimentar con distintas energías y bailar como sienta en cada momento. No importa el nivel de habilidad o experiencia en el baile, lo fundamental es conectar con uno mismo y disfrutar del presente.

La Ecstatic Dance se diferencia de otras formas de baile porque no busca impresionar o seguir un patrón estético, sino más bien es una oportunidad para expresarse sin censura y dejarse llevar por la música y las sensaciones. Es una experiencia única y personal, en la que cada participante puede encontrar su propia conexión con el cuerpo, la mente y el espíritu.

En resumen, la Ecstatic Dance es una práctica que invita a bailar de manera libre y auténtica, sin juicios ni expectativas. Es una oportunidad para conectarse con el propio cuerpo y emociones, experimentar plenitud y bienestar, y disfrutar del poder transformador de la música y el movimiento.

¿Qué es la danza Ecstatica?

La danza Ecstatica es una forma de expresión artística que se caracteriza por ser un baile completamente libre y espontáneo, sin restricciones ni reglas predefinidas. Es una actividad que permite a las personas conectarse con su cuerpo, emociones y espíritu de una manera profunda y auténtica.

Esta danza se basa en la premisa de que todos tenemos un potencial creativo y expresivo innato. A través de movimientos fluidos y naturales, se busca liberar la energía acumulada en el cuerpo, dejando de lado juicios y prejuicios. La danza Ecstatica se convierte así en una poderosa herramienta de transformación personal y de conexión con el presente.

Una de las características principales de la danza Ecstatica es la música, que despierta diferentes emociones y estados de ánimo en los bailarines. La variedad de ritmos y estilos musicales utilizados en esta práctica permite explorar diferentes sensaciones y experimentar un viaje interno único.

La danza Ecstatica se practica en grupos, generando un aura de comunidad y compartiendo una experiencia colectiva. Aunque cada persona está inmersa en su propia danza, hay una conexión y resonancia que se crea entre los participantes, generando un espacio de respeto y apoyo mutuo.

Este tipo de danza no busca el logro de una técnica o coreografía, sino el proceso de liberación y de conexión con uno mismo. No hay juicio ni expectativas, solo la oportunidad de explorar y experimentar la propia expresión física y emocional.

En definitiva, la danza Ecstatica es una experiencia única de movimiento, música y conexión con el ser. A través de esta práctica, se puede alcanzar un estado de plenitud y conexión profunda con uno mismo y con el entorno. Es una invitación a explorar la libertad y autenticidad a través del baile.