¿Qué trata el Reiki?
El Reiki es una técnica milenaria de sanación que se originó en Japón. Su objetivo principal es promover la armonía y el equilibrio en el cuerpo, la mente y el espíritu.
A través de la utilización de la energía universal, el Reiki busca eliminar bloqueos y restaurar el flujo natural de energía en el cuerpo. Se basa en la idea de que cuando la energía vital está desequilibrada, surgen enfermedades y malestares.
Para aplicar el Reiki, el terapeuta coloca las manos sobre el cuerpo del receptor, canalizando la energía hacia las áreas que necesitan sanación. La práctica del Reiki ayuda a relajar la mente, aliviar el estrés y promover un estado de bienestar general.
Además de aliviar el estrés y promover la relajación, el Reiki también puede tratar dolencias físicas y emocionales. Se ha utilizado con éxito para tratar dolores crónicos, problemas digestivos, trastornos del sueño y problemas emocionales como la ansiedad y la depresión.
El Reiki se considera una terapia complementaria, lo que significa que puede ser utilizado junto con otros tratamientos médicos convencionales. No reemplaza la atención médica profesional, pero puede complementarla y mejorarla.
En conclusión, el Reiki trata de restaurar y equilibrar la energía vital en el cuerpo con el fin de promover la salud y el bienestar. Es una práctica holística que se enfoca en el individuo en su totalidad y busca restablecer la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu.